FENNER x Cuerda
Hay algo en el hacer con las manos que escapa a la lógica del tiempo. En un mundo que corre, el oficio artesanal insiste en detenerse: en mirar de cerca, en probar, en errar, en volver a empezar. En esa pausa habita una forma distinta de pensar el diseño — una que no busca solo el resultado, sino la experiencia que lo sostiene.
Este mes nos charlamos con Kim, creadora de Fenner, para conversar sobre la importancia de conservar el gesto manual, el vínculo con los materiales y lo que emerge cuando el proceso se vuelve parte de la obra.

La joyería artesanal tiene mucho de conversación con la materia. El metal responde distinto según la presión, la temperatura, el gesto. "Hay una búsqueda por entablar conexiones con las cosas que hacemos, por encontrar el atractivo en lo asimetrico e imperfecto, por darle valor a lo artesanal." No es solo un proyecto de joyería del que nos habla Kim: es una manera de sostener el valor del hacer dentro de su propio mundo y de encontrar significado en lo que se crea con las manos.

Ping Pong de preguntas:
¿Qué descubrís en lo manual que a veces se pierde entre las rutinas del día a día?
En un mundo donde puede haber mucha estructura a nuestro alrededor el trabajo manual me enseña a “desarmarme”, soltar, divertirme y ver el lado abstracto y orgánico de las cosas. Me muestra que lo imperfecto tiene su encanto, su propio movimiento y cuenta una historia única.
En un mundo que acelera todo, ¿cómo encontrás el ritmo que necesitan las cosas para tomar forma?
Aprendí que el tiempo y la pausa son dos herramientas muy importantes. Y trato de hacerles el lugar que exigen. Las piezas requieren de un proceso lento, manual y meticuloso que escapa de los atajos y requiere mucha paciencia. Para mí, el proceso artesanal es justamente un enfoque, una manera de transcurrir. Es un lugar de expresión y darle tiempo a las cosas, aprender dia a dia a estar presente, conectar con las manos y con la creatividad.
¿Cómo aprendiste a confiar en el proceso y en el error como parte del oficio?
La joyería se aprende con las manos, haciendo. Es un oficio que lo sigo aprendiendo constantemente, pero si bien nos instruimos con técnicas, metales y herramientas, lo más importante son las horas de ejercicio: crear, repetir, equivocarse, volver a empezar. Creo que no hay una sola manera de hacer las cosas, sino varias que pueden convivir y complementarse entre sí.
¿De dónde suelen aparecer las formas y los gestos que después se vuelven piezas?
El proceso creativo puede nacer de una idea particular, de la inspiración de la naturaleza y también del propio cuerpo. Muchas veces dejo que mis manos sigan movimientos espontáneos y plasmen sobre la cera una idea nueva. Al trabajar la cera con calor y presión, el cuerpo forma parte del diseño casi de manera inconsciente.



Hay oficios que no solo producen objetos, sino maneras de mirar. En cada pieza de Fenner hay tiempo, cuerpo y gesto; una invitación a recordar que crear con las manos es, también, crear un ritmo propio.
Quizás por eso lo artesanal sigue importando: porque dentro de tanta vorágine devuelve presencia, sentido y una forma más humana de estar en el mundo.
Gracias por leer!
Hasta la proxima! :)
